domingo, 15 de noviembre de 2009

Leviatán - Paul Auster

Argumento:

Todo comienza con un muerto anónimo: en una carretera de Wisconsin, un día de 1990, a un hombre le estalla una bomba en la mano y vuela en mil pedazos. Pero alguien sabe quién era, y con el FBI pisándole los talones, Peter Aaron decide contar su historia, dar su versión de los hechos y del personaje, antes de que la historia y las mitologías oficiales establezcan para siempre sus falsedades o verdades a medias como la verdad. Y así, Peter Aaron escribirá "Leviatán", la biografía de Benjamin Sachs, el muerto, también escritor y objetor de conciencia encarcelado durante la guerra de Vietnam, desaparecido desde 1986, autor de una novela de juventud que le convirtió fugazmente en un escritor de culto, acaso un asesino, y angustiado agonista de un dilema contemporáneo: ¿Literatura o compromiso político? ¿Realidad o ficción?

Opinión:

¿Qué me ha parecido Leviatán? Pues me es difícil decirlo. Auster no termina de atraparme. Leviatán tiene ciertas semejanzas con La Mancha Humana, de Roth, en lo que se refiere a la trama: un escritor que escribe sobre otro hombre, enigmático o especial de algún modo. También el estilo es parecido, quizás Roth rezuma más categoría, aunque supongo que dependerá de gustos. Ese estilo del americano pijo y megaculto, cuyas relaciones son variadas y tormentosas, y que entremezcla asuntos de lo más mundano con debates literarios o filosóficos, aderezados por una incesante y repetida presencia de la guerra de Vietnam, Corea o cualquiera de ellas que se situe en un período cercano de la historia, a veces me aburre soberanamente. Quizás sea que el eterno trauma americano con la guerra (veteranos pirados y un largo etcétera) me cansa, aunque sólo se trata muy por encima. O es que yo soy muy cenizo, eso también puede ser.
Paul Auster
Por otro lado, es algo que yo escribiría y, seguramente con mucho gusto. Porque tengo la sensación que escribir algo así tiene que ser muy satisfactorio. Es lo que tiene toda novela ligeramente autobiográfica, es un como un váter donde soltar toda la porquería que tienes en la cabeza, ahora bien, hay que conseguir que la gente quiera tragársela y eso no siempre es fácil. Auster lo consigue bastante aceptablemente. Leviatán es interesante y las relaciones personales entremezcladas no se complican lo suficiente como para perderse. El planteamiento inicial es intrigante y su resolución adecuada. Como ya he dicho, se hace algo aburrida, sobre todo en el nudo, donde para mi gusto abusa de un análisis demasiado exhaustivo de todas los líos de uno y otro. La sensación final es buena. No me pareció haber perdido el tiempo y aprendí mucho de ese nuevo estilo americano que desconocía. Veremos si puedo aguantar lo que me queda de La Mancha Humana. No sé por qué lo digo, si yo siempre me termino las novelas.

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